EL PERIODO DE ADAPTACIÓN

La adaptación en el centro infantil

La incorporación al centro de educación infantil supone un cambio muy importante para el niño, es la primera vez que se separa de su querida familia y sale de su entorno hogareño para pasar a un espacio totalmente desconocido, con otros adultos y con otros niños.

Las familias también pasáis por una fase de adaptación, ya que suele ser la primera vez os separáis de vuestro hijo. Y lo mismo sucede con las educadoras, que también tienen que adaptarse, cada niño es diferente, hay que conocerle, averiguar sus necesidades, gustos y preferencias, y conseguir que disfrute y sea feliz en el centro infantil.

La entrada al centro infantil implica la salida del entorno familiar donde ocupa un papel determinado, con una forma determinada de comunicarse y con un espacio que él conoce, que le da seguridad y protección. Todos estos aspectos van a modificarse: su mundo de relaciones va a ampliarse al salir del círculo estrecho familiar, nuevos adultos y nuevos niños serán sus entes sociales, y va a entrar en contacto con nuevos espacios y nuevos adultos de referencia.

Este será paso muy importante en la vida del niño, y aunque en algunos casos al principio la separación le resultará dolorosa, el niño lo irá asimilando, y gracias a esta separación se incrementará su autonomía personal y su grado de socialización  y tolerancia a la frustración. 

El niño experimenta cambios en varias áreas como son la higiene, la alimentación, el sueño y las rutinas. Las rutinas que se crean en el centro infantil son un elemento esencial y que les ayudan en su estructuración mental del tiempo y la actividad.

Es posible que durante este periodo puedan aparecer en el niño conductas de rechazo, que son completamente normales y que desaparecen cuando ya está adaptado:

1. Hay niños que desde el punto de vista somático pueden tener alteraciones de sueño, de alimentación, vómitos…

2. Algunos sienten ansiedad ante la separación y pueden sentir abandono, miedo, surgen los celos de los otros hermanos, o pueden tener comportamientos agresivos.

3. Desde el punto de vista afectivo y social se observa:

4. Niños que lloran: es la manifestación más generalizada.

5. Niños que no lloran y participan en la escuela de forma resignada porque la actividad les resulta novedosa y divertida, pero en el hogar manifiestan conductas negativas.

6. Niños que se niegan a ser atendidos por extraños y muestran su rechazo.

7. Niños que se mantienen aislados, no participan, no se relacionan, permanecen sin moverse.

8. Niños que se aferran fuertemente a algún objeto que traen de casa, participan pero con el objeto en la mano.

Debemos saber que éstas son manifestaciones normales de este periodo y que si lo entendemos de una forma natural estaremos ayudando nuestro hijo en la resolución de este proceso.

Para todo ello va a necesitar que le ofrezcamos una gran comprensión y ayuda, ayuda que no consiste en evitar sus sentimientos y conflictos, sino en entenderlos. Y que comprendáis que cada niño tiene un ritmo de adaptación personal que hay que respetar.

Cuando hablamos de la separación del niño y su familia, entendemos que no sólo se adapta el niño, sino que los padres van a tener que adaptarse también.

Los padres tendréis una gran influencia en sus temores, sus expectativas, su ansiedad...Todo aquello que vosotros sintáis (La inseguridad, la culpabilidad por la separación, el temor ante el cuidado que vaya a recibir el niño) se lo vais a transmitir al bebé. Por ello, debéis cuidar al máximo vuestras manifestaciones externas, para no traspasarle esa inseguridad.

Desde Arqueritos queremos daros unos consejos para padres para este periodo:

1- Vuestra actitud es muy importante. Es necesario actuar con seguridad y evitar mostrar ante el niño la culpabilidad o la duda.

2- Durante el periodo de adaptación, en la medida de vuestras posibilidades es conveniente que intentéis llevarle e ir a buscarle vosotros o alguien con el que sientan apego al centro, eso le dará seguridad y se acostumbrará antes al cambio.

3- Debemos evitar el chantaje afectivo de “no llores que mamá se va triste”, o la mentira “no llores que mamá viene ahora”. Hay que ser sinceros con ellos y mostrar que confiamos en el centro donde le estamos dejando.

4- Cuando sea la hora de marchar es mejor no alargar la situación: decir adiós con seguridad y alegría. Es importante que no piense que la marcha de los padres es opcional o que si protesta con fuerza impedirá la partida.

5- No prolongar las despedidas en exceso. Hay que transmitir al niño que lo que estáis haciendo es lo mejor para él.

6- No es un buen momento para introducir más cambios en la vida del niño (quitar pañales, cambio de habitación, o abandonar el chupete) Será conveniente esperar a que supere el proceso de adaptación para llevar a cabo estos cambios.

7- Evitar al recogerle frases como “ay, pobrecito, que le hemos dejado solito”. Debemos hacer sentir al niño importante y mostrar interés por cómo ha pasado su día, sin hacer que se sienta una víctima.

8- Puede que el niño, en el reencuentro con los padres llore, muestre indiferencia o monte pataletas. Estas conductas son manifestaciones habituales que no deben angustiarnos. A veces el niño también experimenta emociones ambivalentes o contradictorias, y al mismo tiempo siente la separación con la educadora siente el deseo de ir con sus padres.

9- Ese pequeño desequilibrio del inicio del curso debe contemplarse desde una actitud serena de normalidad. Se supera con naturalidad.

Objetivos para los papás:

• Que superéis la angustia de la separación.

• Que confiéis en el equipo, ya que somos personal cualificado y nos gusta nuestro trabajo. No es conveniente que mostréis delante del niño actitudes de desconfianza hacia las educadoras o el centro.

• Que os despidáis de vuestros hijos sin engaños, con rapidez  y con seguridad.

• Que conozcáis y valoréis el periodo por el que pasan vuestros hijos. Mostrar empatía hacia ellos es indispensable.

• Darnos toda aquella información que creáis que es relevante que sepamos para trabajar con vuestros pequeños.

• Dar importancia a aquello que se hace en el centro. Recordad que no solo cuidamos, también educamos.

• Respetar las normas del centro y los horarios, ya que el alumno debe sentirse uno más del grupo.

• Aportar todo aquel material que consideréis necesario o que os pida la educadora.

Objetivos para los niños:

• Aceptar el nuevo espacio y ser capaz de moverse libremente en él.

• Explorar el nuevo material.

• Adaptarse a las rutinas.

• Comprender las normas y pautas que se van estableciendo progresivamente.

• Establecer vínculos de afectividad con la educadora y los demás niños.

• Admitir progresivamente la separación de sus padres y sentirse a gusto en la escuela.

Esperamos que las orientaciones os sirvan de ayuda. Recordad que es una fase normal en el desarrollo de todos los niños, que cada uno puede reaccionar de distintas maneras y que es importante vivir el periodo de adaptación como algo natural, sin angustias ni culpabilidad.

Ya sabéis que en Arqueritos recomendamos un periodo de adaptación progresivo, en el que vosotros podéis estar con ellos en clase y eso os da seguridad, que luego le transmitís a vuestro peque.

Mucho ánimo para los nuevos alumnos y para sus papás.

 ¡En ARQUERITOS estarán genial!

Fuentes:

http://www.atcenit.com/periodoAdaptacion.html, http://www.educainfantilmostoles.org/escuelas-infantiles/los-ninos/periodo-de-adaptacion/, https://www.nunnaonline.com/adaptacion-a-la-escuela-infantil/, http://www.losarcos.es/files/2013/10/periodo_adaptacion_0_3.pdf, http://dudasdepapas.blogspot.com.es/2014/05/el-periodo-de-adaptacion.html, http://dadugarden.com/Adaptacion.html